El baño que
comparto hoy con vosotros es una obra de arte. Inspirado en la tradición
japonesa, que lleva a todos los habitantes de ese fantástico país a salir a jardines y parques a contemplar los
cerezos en flor para celebrar la primavera, el equipo de decoración trabajó en
la idea de reproducir en los muros esa magnífica fiesta.
Todas las paredes
del baño están cubiertas de azulejos realizados a medida. Cada flor, cada rama
está realizada artesanalmente, contando con la gradación de tonos de rosa
correcta, desde el más sutil al más intenso, para darle el volumen necesario y
crear un ambiente creíble en el que la contemplación sea un placer.
El resto de
elementos del baño no se queda atrás en belleza, aunque relegado a simple comparsa ante
tan maravilloso escenario. El mármol blanco en el suelo y la encimera contrastan
con el precioso mueble pintado en un color azul-gris muy suave, igual al de los espejos, formando un acertadísimo conjunto bajo mi punto de vista. Un mueble que,
en otro baño, sería el indiscutible protagonista. Los espléndidos apliques cuyas formas
me inspiran a pensar en las garzas de las pinturas japonesas, la grifería, los
accesorios y el taburete niquelados ofrecen el punto de luz necesario del que este baño adolecería
por tratarse de un baño interior.
Y la nota de
distinción culminante la aporta ese arreglo de flores de cerezo en un pequeño
jarrón antiguo de plata.
Via: House Beautiful |
Detalle del mosaico |
¡Que maravilla de mosaico, me parece una idea muy original!!!
ResponderEliminarSaludos.
A mí me pareció espectacular. Un detalle de distinción y buen gusto. Gracias, Teresa. Buenas noches.
EliminarUna preciosidad. La delicadeza japonesa en el baño.
ResponderEliminarEstaba segura de que a Teresa y a tí os iba a encantar. A mí me dejó sin habla. Qué maravilla de diseño. Gracias por tus comentarios, Carmela.
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